La sonda LCROSS (Lunar Crater Observation and Sensing Satellite) de la NASA no sólo ha confirmado la existencia de agua en la Luna, sino que adelanta que las reservas son considerablemente significativas. Hay agua, dicen, para darse un baño.
Imagen de los hallazgos de agua en la Luna proporcionada por la NASA.
Un análisis del polvo levantado por el impacto del cohete de la nave LCROSS de forma deliberada contra la Luna el pasado 9 de octubre ha descubierto la presencia de unos 80 litros de agua, o lo suficiente para un baño poco profundo. El único problema para el baño son las condiciones en las que se encuentra el agua: en formas de hielo y a alrededor de 230 grados bajo cero, puesto que no les ha dado la luz del sol en millones de años.
"Podemos anunciar que hemos encontrado agua, y no sólo un poco, una cantidad significativa", dijo Tony Colaprete, investigador principal de la misión en la NASA. A diferencia de varios anuncios precedentes, la NASA quiso dejar claro que en esta ocasión no se trataba de indicios o pequeñas trazas de agua, sino evidencias de una notable acumulación. «Más que oler el rastro del agua, prácticamente la hemos saboreado», insistió el investigador Peter Schulz. Además, creen que en los polos las reservas serán mucho más grandes.
La NASA espera volver a la Luna a partir del 2020 con la intención de instalar una colonia permanente, aunque por problemas presupuestarios están cuestionando los planes. Así, este descubrimiento puede empujar a la Casa Blanca para financiar una nueva exploración lunar, necesaria para poder establecer una base.
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