Hasta muy recientemente, los médicos solo podían diagnosticar el Alzheimer cuando el avance de la enfermedad ya había causado estragos en el paciente y los síntomas eran evidentes. Con técnicas modernas de diagnóstico, hoy es posible detectar el Alzheimer antes de que el paciente entre en la fase de demencia. José Luis Molinuevo, neurólogo del Hospital Clínic de Barcelona, explica cuáles son los últimos avances de la medicina en la lucha contra el azote del Alzheimer.
La enfermedad del Alzheimer con su consiguiente demencia mental, es realmente algo aterrador. Solo en España, por ejemplo, se calcula que hay unos 800.000 enfermos de Alzheimer con su demencia. Y si imaginamos que hay dos personas, por lo menos, que se ocupan de estos enfermos, pues esto nos hace más de dos millones de personas que están directamente involucradas con una enfermedad que parece no tener remedio. Y además, un 85 por ciento de estos enfermos están en casa a manos de familiares que quieren mucho pero que no saben nada, o casi nada, del Alzheimer. No es una situación muy brillante que digamos.
Hasta ahora el diagnóstico del Alzheimer implicaba un diagnóstico clínico, porque no había un método biológico, no había un biomarcador, con la suficiente sensibilidad específica para establecer el diagnóstico, con lo cual, se tenía que esperar hasta que la enfermedad fuera lo suficientemente florida para que el médico la detectara y pudiera establecer el diagnóstico. Es decir, el diagnóstico implicaba que la enfermedad tenía que estar ya en una fase de demencia. Ahora nos tenemos que imaginar una situación donde la enfermedad se puede diagnosticar mucho más precozmente, en una fase donde esa persona aunque tenga algún síntoma, ese síntoma sea de escasa intensidad, alejado de la demencia, y que por otros métodos biológicos, por el uso de biomarcadores, pudiéramos establecer que esa mínima sintomatología es debida a que esa enfermedad está ya manifestándose en el cerebro. Desde un punto de vista humano y psicológico la situación es radicalmente distinta a la que hemos estado viviendo en estos últimos años.
Cuando hablamos de marcadores biológicos que te permiten hacer un diagnóstico previo, mucho antes de que se llegue a un estado de demencia y que por lo tanto el paciente pueda participar en las decisiones que se toman, estamos hablando de que hay una acumulación de proteínas, Tau y Beta-amiloide. Éstas son un indicio de que realmente a los cinco años como máximo se produce el Alzheimer.Recientemente, y recientemente estamos hablando en los últimos 10 años, se han desarrollado unos biomarcadores que, o a través del análisis del líquido cefalorraquídeo, o a través de una tecnología más sofisticada que es la tecnología PET, que es la tomografía de emisión de positrones, permite detectar ese beta-amiloide en una persona que está viva. ¿Cómo se hace esto? Se extrae una muestra del líquido cefalorraquídeo a través de lo que se denomina una punción lumbar y se analiza los niveles de beta-amiloide que contiene ese líquido, los niveles de Tau con lo cual de una forma viva estás viendo lo que la anatomía patológica te diría si analizáramos el cerebro en ese momento.
Comentario: el Alzheimer es una de las peores enfermedades que puede haber, por lo menos según mi opinión, dado que te acabas olvidando de todos tus recuerdos, de toda tu vida. Que hoy en día se pueda detectar esta enfermedad antes de tiempo supone un gran avance, ya que a partir de ahora se podrán inventar nuevos medicamentos para que, aunque no sirvan para paliar del todo la enfermedad, se pueda mejorar la calidad de vida.
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